Educación

Skinner, que además de describir la conducta quería controlarla, pedía que no se enseñase a los niños a pensar.

     Eso es precisamente lo contrario de lo que quiero hacer como docente: no aspiro a controlar conductas; pretendo enseñar a pensar; o, al menos, a DOTAR a mis alumnos de recursos nuevos que inciten su libre pensamiento.

 

Este pensamiento, esta declaración de intenciones, la dejé escrita hace unos seis años, cuando ni había oído hablar de las tan traídas y llevadas ahora Competencias Básicas (de boquilla, al menos), ni conocía la obra de Augusto Cury (hace unos días que terminé su libro El Maestro de las Emociones). Por aquel entonces, me entusiasmaba con mis alumnos, me entusiasmaba con el hecho de impartir materia de Lengua Castellana y Literatura y progresar y hacer progresar académicamente; nada de esto impedía el pensamiento de que el docente es algo más que transmisor de conocimientos. En mí había modelos, profesores míos que de un modo u otro hicieron eso mismo.

     Quiero aprender a pensar, y a pensar bien, con inteligencia en su amplio sentido (en conocimientos académicos, en inteligencia social, en inteligencia emocional, en relación de ideas, ... en inteligencia multifocal); y al tiempo quiero fomentar, estimular esto mismo en el alumnado. ¿Lo hago? Seguramente no del todo; debo progresar en esto. Lo que a mí me entusiasma de veras es pensar en todas las limitaciones que tengo: para enseñar debo aprender; alumnos y profesor aprendemos juntos. Un reto. Que el bachecillo de dos años y pico de pertenencia a un Equipo Directivo en turbulentos momentos no me aparten más de este privilegio.

 

Recuperar, de una antigua libreta, el pensamiento del principio, conecta sin querer con una reciente lectura de la que he tomado apuntes para hacerme bien a mí mismo, un libro del psiquiatra Augusto Cury, El Maestro de las Emociones. Vaya, me hice un guiño a mí mismo. Dejo aquí una cita un tanto extensa, en la que ahora me apoyo (aunque en su momento no necesité de apoyo alguno; páginas 22-25):

    ... la educación, aunque dirigida por profesores dedicados, verdaderos héroes anónimos, atraviesa una grave crisis.

    Por tanto, la educación ha contribuido poco a la formación de la personalidad y el arte de pensar. La escuela y los padres están perdidos y confundidos acerca del futuro de los jóvenes.

    En el VII Congreso Internacional de Educación, ocurrido en el Palácio do Anhembí, São Paulo, Brasil, mayo de 2000, dicté una conferencia sobre el tema "El funcionamiento de la mente, y la formación de pensadores para el Tercer Milenio". En esa ocasión, comenté con los educadores que en el mundo actual, aunque se hayan multiplicado las escuelas y la información, no aumentamos en la misma proporción la formación de pensadores. Estamos en la era de la información y la informática, pero las funciones más importantes de la inteligencia no se están desarrollando.

    Por lo visto, las personas del siglo XXI serán menos creativas que las del XX. Hay en el aire una idea de que las personas del futuro serán repetidoras de informaciones, no pensadoras. Serán personas con más capacidad de dar respuestas lógicas, pero menos capaces de dar respuestas a la vida, o sea, con menos capacidad de SUPERAR DESAFÍOS, o de CONTEMPLAR LO BELLO, TRATAR CON SUS DOLORES, ENFRENTAR LOS DOLORES DE LA EXISTENCIA y  DISCERNIR LOS SENTIMIENTOS MÁS OCULTOS EN LOS DEMÁS. Desafortunadamente, tendrán más dificultades para PROTEGER SUS EMOCIONES y serán SUSCEPTIBLES A ENFERMEDADES PSÍQUICAS Y PSICOSOMÁTICAS.

    La culpa no es de los profesores. Ellos hacen un trabajo estresante y, aunque ni siquiera reciban un sueldo digno, enseñan frecuentemente como poetas de la inteligencia. La culpa está en el sistema educativo, que se ha arrastrado hace siglos, basado en teorías que comprenden poco tanto el funcionamiento multifocal de la mente humana como el proceso de construcción de pensamientos. Por eso encierra a los alumnos en los salones de clase y los transforma en espectadores pasivos del conocimiento, y no en agentes transformadores de su historia personal y social.    

 

Imágenes: www.bancodeimagenesgratis.com